El control de las emociones para que no influyan en tu alimentación es fundamental para tener una vida saludable.

Por Gilda Leiva N., Nutricionista de Balance Group. 

Nuestro estado de ánimo influye en cómo nos alimentamos, lo que muchas ocasiones hace que la comida sea nuestro refugio. 

Llegas a tu casa, después del trabajo, cansada y sientes ganas de comer, pero no cualquier cosa, sino que quieres comer “algo rico”, porque es tu momento de relajo y desconexión, porque sientes que lo mereces después de tu largo día o simplemente por ansiedad.

Disfrutas el momento mientras comes eso que tanto te gusta, pero en ocasiones después de ese momento sientes culpa, por haber comido ese pastel o papas fritas o algún alimento poco beneficioso para tu cuerpo. Entonces ese breve momento placentero, minutos más tarde se transforma en sentimientos negativos y se terminan convirtiendo en un hábito.

Es por esto que es fundamental que aprendas a distinguir entre el hambre ansioso o emocional y el apetito.

A través de la psiconutrición tendrás presente tus emociones y evitaras que influyan en tu alimentación, desarrollaras habilidades psicológicas, para evitar que esas situaciones de ansiedad por la comida se conviertan en una falta de control, afectando tu peso.

En Balance Group trabajaremos como equipo, tú, la nutricionista y la psicóloga a través de pautas sencillas con sesiones de apoyo para lograr un cambio profundo.