Desacondicionamiento físico y sus consecuencias durante la cuarentena COVID-19
Los hábitos saludables conducen a una mejor calidad de vida.
La práctica de la actividad física de manera regular conjuntamente con una alimentación equilibrada son factores decisivos para lograr una mejor calidad de vida.
Considerando la situación actual de pandemia y crisis sanitaria, se ha visto que durante la cuarentena el abandono del ejercicio físico, conlleva efectos perjudiciales para la salud, principalmente derivados del sedentarismo, generando mayores patrones de riesgo respecto de problemáticas de salud.
Las personas que se encuentran inactivos en casa, frecuentemente están sometidos a un importante grado de inmovilización, el cual se asemeja al síndrome de desacondicionamiento físico. Este síndrome se caracteriza por el deterioro metabólico y sistémico del organismo como consecuencia de la inmovilización prolongada; las alteraciones metabólicas se comienzan a observar a mediano plazo. Esto puede repercutir en parámetros como la presión arterial, colesterolemia, glucemia en ayunas, IMC, riesgo cardiovascular, etc.
Sin embargo, la auto prescripción del ejercicio y la ejecución de cargas elevadas e improvisadas durante el periodo de cuarentena, no es recomendada, ya que el organismo no genera la adaptación ideal al ser sometido a una sobre exigencia poco habitual. No podemos olvidar que la carga física es considerada una agresión de carácter positiva o negativa al organismo, y debido a que esta agresión produce una serie de alteraciones en los diferentes sistemas y órganos, las tendencias actuales a la actividad física en casa se orientan a una biologización de este proceso.
En conclusión, la movilidad activa y constante en las personas, más la realización de ejercicio físico de manera adecuadamente prescrita y planificada, genera efectos benéficos en los diferentes sistemas corporales, optimiza la funcionalidad e independencia de los adultos mayores, e impacta positivamente sobre el sistema inmune.
Referencias bibliográficas
-Alonso, R. F. (2007). Desentrenamiento deportivo y desacondicionamiento físico: similitudes y diferencias. Revista Digital-Buenos Aires, 12.
-Calzone, F. J., & Rendimiento, A. (2008). El Desentrenamiento Deportivo (D. D.) y sus efectos sobre la salud de ex deportistas.
-Rivas-Estany, E. (2011). El ejercicio físico en la prevención la rehabilitación cardiovascular. Revista Española de Cardiología Suplementos, 11, 18-22.
#MECUIDOCONBALANCE
NICOLE MARIÑELARENA CATALÁN
Kinesióloga Balance Group
Magíster en Actividad Física para la Salud, PUCV.
Especialista BFR- Moderación del Flujo Sanguíneo